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ToggleEn el siglo pasado aparecieron los vasos de plástico que conocemos hoy en día. Esto supuso toda una revolución, ya que el hecho de tener un vaso de un solo uso, barato y que podíamos usar en cualquier ocasión suponía una ventaja importante.
La desventaja de todo esto es que tenemos un verdadero problema con el consumo de plástico en el mundo, por eso llegan los llamados vasos ecológicos o biodegradables.
Qué son los vasos ecológicos
Debido a este problema, muchos sectores de la industria se han empezado a mover desde hace unos años y han empezado a diseñar y pensar en vasos que cumplan los mismos requisitos y que tengan las mismas ventajas, pero biodegradable, de forma que el vaso pueda desaparecer sin dejar un lastre en cuanto a basura.
Los vasos ecológicos vienen a tratar de ocupar ese puesto, haciendo que sea una idea que impulse el respeto al medio ambiente y formas de parar el consumo de plásticos en el mundo, algo que ya veremos que es muy importante en el mundo.
Diferencia entre vasos ecológicos y vasos de plástico
Los vasos de plásticos se fabrican a base de polímeros, son 3 los principales:
- Polímeros naturales, que son el algodón, la celulosa o el caucho natural entre otros.
- Polímeros artificiales, donde podemos incluir cosas como el PVC, siliconas o la nitrocelulosa entre varios otros.
- Polímeros sintéticos, que son los que se usan para los típicos vasos de plástico que conocemos todos de toda la vida. Estos proceden de fuentes como el petróleo o el carbón.
Te puedes imaginar que son estos últimos los peligrosos por muchos aspectos, por un lado, no son biodegradables, es decir, no desaparecen hasta dentro de muchos años (como indicamos al principio del artículo) y hay un riesgo para la atmósfera a la hora de su producción.
Entre los problemas que pueden provocar se encuentran la contaminación de los ríos y de los mares, la obstrucción de acantilados, riesgos para la salud de personas y animales y el famoso efecto invernadero.
Los vasos ecológicos o biodegradables se fabrican, por el contrario, de componentes naturales, como pueden ser el almidón, la celulosa, el caucho natural o cosas tan curiosas como pueden ser frutas como el plátano, legumbres, aceite de soja o fécula de patata.
Estos materiales se descomponen pasado un tiempo, lo que supone una ventaja desde el punto de vista ecológico, por eso el nombre de vasos ecológicos. Además, se ha demostrado que los costes de producción no solo no suben, sino que se han conseguido reducir.
Esa es la clave para que la idea de convertir a este tipo de vasos en “hegemónicos” parezca estar cerca, al menos en Europa, lo que ya sería un paso, pequeño, pero “paso” al fin y al cabo.
Comercialización de vasos ecológicos
Podríamos pensar que aún estamos lejos del momento en que lo más normal sea la comercialización de este tipo de vasos. Ese momento, sin embargo, parece no estar tan lejos.
Por un lado, asistimos a un momento donde cada vez hay más gente concienciada y que ya opta por comprar y consumir productos que cuiden del medio ambiente. Por otro, tenemos el hecho de que la mayoría de los gobiernos europeos y occidentales están por la labor de “ayudar” a este tipo de empresas y fábricas que se decidan a comercializarlos en masa.
Además, las empresas también son conscientes de todo esto y ya se está empezando a mover todo el “engranaje” para que los vasos biodegradables los tengamos como la realidad más habitual en los próximos años.
Estos vasos están diseñados para soportar cualquier tipo de líquido a cualquier temperatura entre los 0 y los 85 grados centígrados. Son vasos que ahorran CO2 en el proceso de fabricación y en el proceso de degradación.
El ecologismo
Muchas de las acciones que se están realizando en muchos de los países del mundo son positivas debido a que se están buscando soluciones. Este es el caso de estos vasos, algo bastante positivo.
Y es que el futuro de los vasos ecológicos no es nada “de ciencia ficción” ya que estamos muy cerca de habituarnos al uso de este tipo de elementos.